Anécdotas
Un día es llamado por un ministro, que lo amenazaba con cerrar los colegios salesianos.
Va a la cita y encuentra un sillón cómodo. Cualquier otra persona hubiera estado preocupada, pensando, llena de agitación ...pero Juan Bosco se durmió (ya que estaba muy cansado).
Y así permaneció con los brazos cruzados y la cabeza reclinada contra el pecho.
Así lo encontró el ministro.
El tenía toda la confianza puesta en Jesucristo y sabía que no tenía que agitarse.